A veces me pierdo y confundo pasado, presente y futuro. Y no recuerdo si estaba mal, muy
mal o peor. Pero sonrío, porque el otro día me dijiste que estaba muy guapa mientras
sonreía, así que yo sonrío.
Pero, ¿sabes qué?, no estoy guapa porque sonría, creo que es porque estás a mi lado.
Esas cosas se notan, no sé, felicidad contagiosa o algo así lo llaman. El brillo inocente en la
mirada del que cree en un futuro bonito, sonriendo. Aún cuando me pierdo. Aún cuando
confundo el presente con un futuro tan incierto como la palabra "nosotros".
Vuelve a llover en Madrid, todo se inunda ahí fuera y ya no me ahogo, ya no llueve dentro. Y
todo tengo que agradecérselo a tus malditas sonrisas que calientan hasta lo más profundo de
mi alma alejando todas las tormentas. Aquellas que vas regalando sin darte cuenta y
contagias sin querer y yo ya he hecho mías. Las que me hacen más guapa y menos triste. Las
que me hacen perderme y no saber en qué momento vivo.
Mi pasado da miedo, créeme, hacen falta muchas velas para entrar ahí y todo está vallado
con un cartel de "en ruinas" y, aún así, sigo creyendo en un futuro lleno de sonrisas con un
poco de ingenuidad... pero es que el presente, gracias por estar presente.
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