domingo, 28 de enero de 2018

Día XXXI




Lo vemos en la televisión, en las redes sociales e incluso de vez en cuando, una chispa se 
escapa por la calle. Dicen que la revolución está llegando...

Pero, amiga, la revolución comenzó hace mucho tiempo, lo que ocurre que hasta ahora 
no se ha dejado ver. 

La revolución comenzó el día que decidimos que nosotras también podíamos llevar pantalones, 
el día que luchamos por nuestro voto, el día que conseguimos reconocimiento en artes, 
con Juana de Arco, Marie Curie, Emmeline Pankhurst, Virginia, Frida... 
Hace tanto, tanto tiempo que todo esto comenzó, que lo único que podemos hacer es 
intentar que llegue a su fin. 
Y la única forma de la que llegará a su fin es alcanzando la igualdad. 
Ahora solo hace falta que esos gestos tan pequeños (o enormes) del pasado que 
han marcado nuestro futuro sigan creciendo dentro de ti, dentro de cada una de nosotras. 

Que esto solo sea el principio, que las nietas de las brujas que no fueron capaces de quemar
renazcan de sus cenizas y sigan alzándose, y que con ello animen a todo el mundo, 
hombres y mujeres, a seguir con la lucha. Tigresa, cómete el mundo sin pensar en calorías,
que tu cuerpo es solo tuyo y debes encantarte a ti misma. 

Y si no quiero ser madre, poder gritarlo a los cuatro vientos sin que me reprochen. 
Y si quiero maquillarme cada día, porque me gusta, que importe exactamente lo mismo 
que si no me maquillo nunca, porque no me da la gana. Y si quiero salir, emborracharme 
y bailar como si no hubiese un mañana, no tener que preocuparme de las formas de "princesa". 

Y poder volver a casa sola pasadas las 12 de la noche sin tener que correr con las llaves en la
mano y eligiendo las calles más transitadas, o quizás las menos transitadas...no sé. 
Poder usar la ropa que quiera, con la que yo misma me sienta cómoda, sin tener que pensar
en el "qué pasaría si...". Poder disfrutar libremente de mi sexualidad cuántas veces quiera 
y con quién quiera sin que me llamen suelta, furcia o puta. O no hacer absolutamente nada
con nadie porque NO QUIERO sin que me llamen frígida. 

Amiga, compañera, hermana... el mundo están en tus manos. Todo lo que ves, todo lo que tocas, 
toda la vida ha nacido de nosotras. Somos nosotras quienes hemos creado todo esto, 
no permitas que te callen, no permitas que te pisen. 

Hoy solo vengo a recordarte que vales muchísimo más de lo que la sociedad, consciente 
o inconscientemente, lleva diciéndote desde el día en que naciste. Hoy solo vengo a 
recordarte que vas a conseguir todo lo que te propongas en esta vida, y que hoy, 
más que nunca, vas a ser la mujer que te de la gana de ser. 

Por Malala, por Evita, Coco, Oprah, Steinem, Betty, Emma, Pink, Emilia, Ana, Susana, 
Carlos, tu vecina, la frutera, el pescadero, aquel señor al que saludaste el otro día en el 
parque, tus amigas, tus amigos, los compañeros de la universidad, los del colegio... 
Pero sobre todo, por ti, por nosotras y por la igualdad. 





"El feminismo es una forma de vivir individualmente y de luchar colectivamente" 
                                                                                                      Simone de Beauvoir 





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