Día XI

Sabina comienza a sonar en bucle, y las tardes de risas se convierten en noches de manta 

y tabaco a solas.

Parece que la primavera no ha pasado por el umbral de tu puerta, todo el mundo se ve feliz 

y a ti te faltan unos veintisiete motivos y medio para sacar siquiera una sonrisa.

Sabes de sobra que no es el final, ya has pasado antes por aquí, es más, este camino lo conoces 

casi de memoria. 
Aunque ahora parezca que el fin del mundo te arrastra hasta su epicentro, saldrás 

de esta. Una vez más, saldrás de esta, con la cabeza bien alta y veintiocho motivos más para 

sonreír de nuevo, saldrás de esta.

Deseas con todas tus fuerzas que alguien venga y coloque dos puntos junto a ese punto final que 

él puso a tu vida hace un par de semanas.

Y no te preocupes, porque ese alguien aparecerá.

Esto no ha hecho más que empezar.

Saldrás de esta.