lunes, 2 de enero de 2017

Día XXII




Estaba hecha de huesos y dudas.
Una pizca de imaginación y trescientos propósitos nuevos para comenzar el año nuevo. 

Trescientas nuevas oportunidades para arrepentirse de todo por unos segundos y seguir bailando...
Al fin y al cabo, sus arrepentimientos no duraban mucho.

Se acababa de transformar en una bomba de relojería, que en menos de diez minutos ya 
había roto tres de sus propósitos al enviarle un mensaje deshonesto deseándole un feliz
año mientras se encendía un cigarrillo.

Vaya, adiós al dejar de fumar, adiós al dejar de hablarle y adiós al no decir mentiras.

¿Feliz año? ¿En serio le estás deseando feliz año? 
Que tengas un feliz año llorando todo lo que he llorado yo, que tengas un feliz año buscando
todo lo que estás apunto de perder, que tengas un feliz año arrepintiéndote tanto como yo
lo hice, que tengas un feliz año acordándote cada día de mi, que tengas un feliz año mientras
no puedes sacarme de tu cabeza, que tengas un feliz año mientras te digo "no" una y otra vez,
bueno, y que tengas un feliz año también cuando de vez en cuando se me ocurra decirte "si".
Que tengas un feliz año cada vez que busques la escusa perfecta para escribirme, y que tengas
un feliz año cada vez que me veas con otros. 

Que te den, y que tengas un feliz año mientras lo hacen. Que te den todas las hostias que 
me has dado tu a mi durante el 2016. 

Adiós.








4 comentarios:

  1. ¿Cuánta gente cumplirá sus propósitos? Lo importante es disfrutar y sobretodo, estar agusto contigo mismo/a.
    Mucha suerte en este 2017, un abrazo.

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  2. Llorar es la mejor forma de que una flor crezca. Yo a ese le deseaba una sequía.
    Un abrazo,
    P.

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  3. ¿Sabes? Yo esperaba un 'feliz año' así porque habría sido una forma de decirme 'te perdono'. Que me perdonaba por no haberlo entendido, algo así.

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